De cafés históricos a bares de vermut: la cultura del aperitivo en Turín
Turín es sinónimo de elegancia, historia y buen gusto.

Turín es sinónimo de elegancia, historia y buen gusto. Pero más allá de su majestuosa arquitectura y sus museos, hay una tradición que define el alma de la ciudad: el aperitivo. Este ritual, que combina gastronomía, encuentro social y sofisticación, tiene en Turín su cuna y su máxima expresión.

Donde todo comenzó: cafés con historia

Caminar por el centro de Turín es viajar en el tiempo. Y no hay mejor forma de vivir esa experiencia que sentarse en uno de sus cafés históricos. El Caffè Mulassano, en Piazza Castello, es considerado el lugar donde nació el vermut moderno y, con él, el aperitivo italiano. Aquí se dice que se sirvió por primera vez este licor infusionado con hierbas, una creación que marcaría la historia de la coctelería mundial.

Otro templo del aperitivo es el Caffè Torino, con su emblemático toro incrustado en el suelo (pisarlo da suerte), y el refinado Baratti & Milano, donde las molduras doradas y los espejos Belle Époque son el escenario ideal para un vermut con historia.

Turín, cuna del vermut

Turín no sería Turín sin el vermut. Esta bebida, creada en el siglo XVIII por Antonio Benedetto Carpano, combinaba vino blanco con hierbas y especias, dando lugar a un elixir digestivo que pronto se convirtió en un imprescindible del aperitivo. A finales del XIX, nacen marcas míticas como Martini & Rossi, que desde su sede en Pessione llevaron el sabor de Turín al mundo entero. Una visita a Casa Martini, a pocos kilómetros del centro, permite descubrir esta historia de sabor, innovación y elegancia.

El arte del aperitivo contemporáneo

Hoy, la tradición sigue viva y se reinventa en los bares de moda de la ciudad. En el vibrante barrio de San Salvario, lugares como La Drogheria combinan cócteles creativos con tapas de autor en un ambiente joven y cosmopolita. Otros locales, como Smile Tree y Casa del Barolo, donde se puede disfrutar de un aperitivo completo con buffet italiano, desde focaccias artesanales hasta pasta fría, embutidos y quesos locales.

El aperitivo turinés no es solo un trago antes de cenar: es una experiencia. Por eso, muchos optan por el llamado "apericena", una fórmula que permite cenar de forma informal mientras se socializa con una copa en la mano.

Qué se bebe y se come en un aperitivo a la turinesa

El protagonista indiscutible es el vermut, servido solo, con hielo o en cócteles clásicos como el Negroni, el Americano o el elegante Spritz, cada vez más popular. Para acompañar, los bares ofrecen una cuidada selección de bocados: aceitunas, quesos del Piamonte, focaccias, grissini, encurtidos, ensaladas de pasta y, en los lugares más tradicionales, alguna delicia caliente.

Consejos para disfrutarlo como un local

La hora ideal para disfrutar del aperitivo en Turín es entre las 19:00 y las 21:00. Llegar temprano garantiza una mejor selección en el buffet, que suele ser abundante y delicioso.

Si buscas una experiencia clásica, el centro histórico es tu sitio, y es que esos elegantes cafés y esa atmósfera refinada no se encuentran en ninguna otra parte. Para un ambiente más moderno y vibrante, los barrios de Quadrilatero Romano o San Salvario se convertirán en tu templo.

¿Y qué pedir? Comienza con un vermut de la casa, la bebida que, por si no lo sabes, nació en Turín. Si prefieres algo más ligero, prueba un spritz elaborado con vermut en lugar de prosecco: una variante local con mucho estilo


Un ritual con sabor a historia

El aperitivo en Turín es mucho más que una tradición gastronómica: es una forma de vivir. Desde los cafés que vieron nacer al vermut hasta los bares que reinventan el ritual cada noche, todo en esta ciudad invita a sentarse, brindar y disfrutar. Porque aquí, cada trago cuenta una historia, y cada rincón esconde un brindis por la magia de esta ciudad.

Descubre el arte del aperitivo en Turín y déjate seducir por una experiencia que solo esta ciudad sabe ofrecer.

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